En una entrevista a Catalunya Ràdio, Vidal-Quadras también admitió que se sintió "humillado" cuando el presidente del Gobierno, José María Aznar, se negó a entrevistarse con él antes de que fuera sustituido por Alberto Fernández Díaz al frente de la formación en Cataluña.

Según dijo, el traspaso en matria de tráfico a la Generalitat es "una operación muy cara, absolutamente inútil y simbólicamente peligrosa por culpa de Pujol", ya que, recordó, "él dijo que para sentirse en casa necesitaba ver a los Mossos en las carreteras".

Vidal-Quadras agregó que "para los que piensan así, éste es un problema suyo, que deberían resolver ellos mismos, y si la cosa se les agudiza, deberían visitar a un psiquiatra".

Respecto a su relación con Aznar, indicó que "es muy doloroso, a nivel humano, que no te quiern recibir cuando quieres explicar al líder de su partido cómo crees que se deberían hacer las cosas cuando has estado 5 años en primera línea, dando la cara, hasta para que te la rompan".

Aunque Vidal-Quadras insistió en que "yo sigo siendo leal, soy disciplinado y respeto su postura", se mostró convencido de que no fue Aznar quien decidió no recibirle, sino que "alguien cerró su agenda por él" y que "intervino una mano negra".

Sobre la nueva Ley del Catalán, comentó que es "un disparate inaceptale" porque "no se puede obligar a la gente a hablar una lengua, y en Cataluña la mitad de los habitantes hablan habitualmente en catalán y la otra en castellano".