Esta empresa, que cuenta ahora con una plantilla de 1.200 mineros, se constituye de esta forma en la tercera entidad minera de la provincia de León, después de la Minro Siderúrgica de Ponferrada y la Hullera Vasco-Leonesa.

Los sindicatos, el comité de empresa y los trabajadores de Antracitas de Gaiztarro acordaron solicitar a las administraciones una reunión urgente con la dirección del grupo Victorino para que exponga los planes de futuro tras la absorción.

En esta misma reunión se propugnó la fusión de empresas como única salida a la crisis de estas explotaciones en la comarca berciana y se abogó por la negociación de un convenio único para el conjunto de ls asalariados mineros. No obstante, criticaron a la explotación Victorino por "disgregar las pertenencias de Gaiztarro con fines oscurantistas".

En el transcurso de la asamblea también lanzaron críticas contra la Junta de Castilla y León "por haber firmado los acuerdos de fusión y, al mismo tiempo, dar el visto bueno a la estrategia mantenida por la empresa".