Fuentes de la AVT informaron a Servimedia de que en los próximos meses desarrollarán una serie de iniciativas para tratar de contrarrestar la presencia pública que están teniendo los presos etarras.

Las fuentes consultadas aseguraron que esta campaña pretende también evitar que el cambio de la política penitenciaria de los reclusos de ETA se convierta en la primera cesión importante del Gobierno en el marco del proceso del alto el fuego.

Desde la AVT se asegura que esta cuestión de los presos etarras es capital en el marco de la negociación entre el Gobierno y la organización criminal, de manera que podría ser el elemento que impide hacer avanzar el diálogo.

INDEMNIZACIONES

Por este motivo, el colectivo de víctimas tiene intención de denunciar que, como demuestran etarras como Francisco Javier García Gaztelu o Iñaki Bilbao, los miembros de la banda terrorista no se arrepienten de sus crímenes.

En este sentido, la AVT también pondrá en marchas iniciativas judiciales destinadas a que los etarras paguen las indemnizaciones que deben a sus víctimas y que muy pocos etarras han satisfecho.

Estas compensaciones a las víctimas no han sido en casi ningún caso abonadas por los terroristas, lo que supone que en estos momentos la cantidad pendiente por este concepto es de miles de millones de pesetas.

Un ejemplo reciente de esto son las indemnizaciones que los tribunales han impuesto al etarra Francisco Javier García Gaztelu, alias "Txapote", por uno de los asesinatos por los que ha sido condenado.

En concreto, a este terrorista se le condenó a indemnizar con 300.000 euros a la viuda y con 600.000 a los hijos del sargento de la policía municipal de San Sebastián, Alfonso Morcillo, que fue asesinado el 15 de diciembre de 1994.