EL VICEPRESIDENTE DEL GOBIERNO DE NAVARRA ESTUDIA DIMITIR COMO CONSJERO DE ORDENACION DEL TERRITORIO

PAMPLONA
SERVIMEDIA

El vicepresidente del Gobierno navarro y consejero foral de varios departamentos, Miguel Sanz, estudia estos días la posibilidad de dimitir como responsable del área de Ordenación del Territorio.

La salida de Sanz, candidato de Unión del Pueblo Navarro (UPN) a la presidencia de Navarra para las próximas elecciones de mayo en sustitución de Juan Cruz Alli, sería una muestra más de la crisis del Ejecutivo regional.

La crisis poltica en el Gobierno Alli, que éste asegura que no existe, acabó de desencadenarse cuando el propio presidente navarro sugirió que debían dimitir de sus puestos los consejeros de su Gobierno, incluído Sanz, que habían apoyado a este último como candidato a la presidencia por Unión del Pueblo Navarro.

Uno de los últimos pasos en la "guerra abierta" que Alli mantiene con los enemigos políticos de su partido fue la aprobación de un decreto foral por el que el Gobierno intervendrá, de forma transitoria, lagestión urbanística del Ayuntamiento de Pamplona, dado que este consistorio no ha adaptado su plan general a la legislación vigente, tal y como debía haber hecho.

El alcalde de la capital navarra, Alfredo Jaime, uno de los destacados adversarios de Alli, ha calificado el acuerdo de "ataque a la autonomía municipal".

Cuando el pasado lunes el Consejo de Gobierno aprobó el decreto, Miguel Sanz, responsable del departamento que ha de ejecutarlo, se enfrentó al presidente Alli y, finalmente, emitió u voto particular en contra.

En este sentido, el consejero de Ordenación del Territorio ha anunciado que estudia la posibilidad de dimitir como responsable de esa consejería, aunque la decisión es "dura y difícil".

Sanz explicó ante el Parlamento de Navarra que se opuso al decreto por considerarlo "políticamente inoportuno", puesto que el Ayuntamiento de Pamplona ya había acordado revisar su Plan General de Ordenación Urbana.

También indicó en la Cámara que acata el decreto, pero que, a su paecer, "la discrepancia es positiva para la transparencia y para el debate y el funcionamiento de las instituciones democráticas" y que "lealtad no es vasallaje".

(SERVIMEDIA)
16 Feb 1995
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