El vicepresidente se reunión con los diputados y senadores socialistas para informarles del plan de convergencia y pedirles su apoyo par buscar la complicidad de toda la sociedad con los objetivos marcados en el programa.

Según declaró Narcís Serra en rueda de prensa, la reunión estuvo centrada en la discusión sobre los mecanismos que el PSOE y el Ejecutivo deben poner en marcha para trasladar a los ciudadanos estos mensajes.

Ante el Grupo Socialista, y después ante los informadores, el vicepresidente remarcó los obstáculos que está encontrando el Gobierno para informar a la sociedad sobre la convenciencia de medidas como el decrto que recorta las prestaciones por subsidio de desempleo. En su opinión, este inconveniente no se le habría presentado al Ejecutivo hace tres o cuatro años.

El vicepresidente enumeró entre estas dificultades el "clima de distanciamiento" que existe actualmente entre los ciudadanos y la actividad política, un elemento que, a su entender, es consustancial al resto de países de nuestro entorno.

También destacó que la situación de la economía internacional no favorece un crecimiento de los ingresos e los ciudadanos, que permitiría una mejor explicación de los objetivos marcados para la convergencia económica.

NO HAY ERRORES

Serra abogó en este contexto por la "renovación del mensaje político", en sintonía con las recientes reivindicaciones del presidente madrileño, Joaquín Leguina, al objeto de cuidar "los aspectos formales de diálogo" con la sociedad. "En el futuro debe haber una adaptación a las necesidades cambiantes de una sociedad que se transforma a pasos agigantados".

No obstante, egó reiteradamente que hayan existido errores en la comunicación con los ciudadanos para informarles del programa o del decreto sobre desempleo.

Como hizo la jornada anterior el presidente del Gobierno, Narcís Serra aprovechó su comparecencia ante los informadores para destacar la bonanza del plan de convergencia e insistió en que éste persigue exclusivamente incrementar el bienestar del país, acercándolo al mismo nivel de prosperidad que tienen los estados más avanzados de la CE.

Recalcó que el lan exige un esfuerzo y no un sacrificio de los ciudadanos y aseguró que el programa permitirá un incremento de los salarios reales a través de la reorientación del gasto.

Sobre este último punto, aseguró que no se recortarán aspectos importantes de la estrategia inversora del Ejecutivo. Al contrario, precisó, "gastaremos más que en años anteriores".

INTERESES GENERALES

De los nueve diputados y senadores que intervinieron en la reunión del Grupo, entre ellos los diputados Ana Balletbó y Jesús Cldera, la mayoría defendió la necesidad de trasladar con nitidez a los ciudadanos las metas que persigue el Gobierno para los próximos años.

Preguntado sobre las críticas vertidas por la oposición contra la intervención en TVE del presidente del Gobierno, en el sentido de que González no habló de los problemas actuales de España, dijo que el jefe del Ejecutivo habló "de lo que preocupa a los intereses generales del país".

Por otra parte, Narcís Serra dijo que el Gobierno está preocupado con la covocatoria de huelga para el día 28, porque los sindicatos incurren en "un error".

"La huelga entra en contradicción con los objetivos que pretenden conseguirse con la huelga: la reindustrialización del país no se garantiza con una huelga, sino creando un clima que garantice la inversión y la creación de empleo", argumentó el vicepresidente.

Narcís Serra volvió a hacer un llamamiento a la responsabilidad de los sindicatos para que permitan el cumplimiento de los servicios mínimos durante la huelga Aseguró que el Ejecutivo no alterará su estrategia económica en función del éxito o fracaso que coseche el paro del 28-M.

Sobre la coincidencia de la huelga con la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, dijo que ningún ciudadano entendería la suspensión de unos actos que están convocados para esa jornada desde comienzos de año.

En clave política, el vicepresidente fue preguntado si tras las palabras ayer de Felipe González sobre la "cuestión sucesoria" queda zanjada esta polémica.

"No ay caso a hablar de la sucesión. Estamos en un momento en que el Gobierno lanza un proyecto de gran calado y con un horizonte temporal para 1997", remarcó Serra.