Según informaron a Servimedia fuentes de la Policía Municipal, sobre las diez y media de la pasada noche, los residentes de los inmuebles situados en las calles San Epifanio, Duque de Tobar, Iglesia y Jacinto Verdaguer observaron cómo los muebles y enseres de sus viviendas comenzaban a moverse sin motivo aparente.

Este fenómeno provocó el pánico entre los vecinos, que avisaron a la Policía Municipal y al Cuerpo de Bomberos, creyendo que se trataba de un sesmo, ya que, según relataron, el ruido de la música de Dire Straits no llegaba hasta sus casas.

Más de 50 familias de las viviendas de la zona bajaron a la calle, mientras otras fueron desalojadas por los Bomberos, ante el temor de los residentes a que se derrumbaran los edificios.

Los vecinos permanecieron en la calle hasta pasada la medianoche, hora a la que finalizó el concierto, regresando a sus casas una vez que fueron tranquilizados por los policías y los bomberos.

Según la Policía Muncipal, la causa del movimiento de los objetos fueron las ondas de baja frecuencia procedentes del concierto de Dire Straits, que no pueden ser percibidas por el oído humano.