Sin embargo, los ensayos están teniendo tanta repercusión que miles de mujeres podrían empezar a utilizarlo mucho antes de la aprobación oficial. "El boca a boca se puede parar y es difícil controlar algo si se sabe que es bueno. La demanda aumentará espontáneamente", explica el urólogo Derek Machin al diario "The Times".

El proceso de aprobación de Viagra para los hombres casi ha terminado en el Reino Unido. Cuando ésto suceda, los pacientes con necesidad clínica podrán comprar las pastilas azules con receta médica. Cada unidad le costará a la Seguridad Social 1.500 pesetas.

Pero el Gobierno ya está pensando en la aparición de un problema: las mujeres que lo necesitan mandarán a sus maridos a comprarlas, lo que aumentará el coste total. "Una vez que esté disponible, será inevitablemente usado tanto por mujeres como por hombres", opinó el doctor Machin.

Sin embargo, se desconocen las cifras de mujeres con problemas o disfunciones que podrían recurrir al medicamento, ya que la invstigación es éticamente difícil y muchas mujeres no buscan tratamiento. Entre los hombres se calcula que uno de cada diez es impotente.