Varias investigaciones realizadas en el país han demostrado que el número de hombres que han acudido al especialista para tratar la disfunción eréctil se ha duplicado en el primer año de vida del fármaco.

En todo el mundo, se han consumido más de 100 millones de comprimidos, alcanzando unas ventas de unos 120.000 millones de pesetas sólo en 1998.

El fármaco inhibe selectivamente una enzima que se encuentra en el pne y que se traduce en un aumento del flujo sanguíneo durante la estimulación sexual, necesaria para obtener una erección.