TRAFICO

LOS VERTIDOS, LA SOBREEXPLOTACIÓN, EL CONSUMO ABUSIVO Y LA SEQUÍA, CAUSAS DE LA MALA CALIDAD DEL AGUA DE LOS RÍOS - Un informe de Greenpeace concluye que sólo el 11% del agua de los ríos en España tiene una calidad aceptable

MADRID
SERVIMEDIA

La organización ecologista Greenpeace presentó hoy el informe "Agua: la calidad de las aguas en España. Un estudio por cuencas", que concluye que el estado de las masas de agua superficiales y subterráneas es "muy deficiente", fundamentalmente a causa de los vertidos, la sobreexplotación, el consumo abusivo de agua y la sequía.

Los datos oficiales remitidos por cada una de las cuencas señalan que sólo el 11% de las aguas superficiales y el 16% de las subterráneas están en condiciones de cumplir los objetivos que establece la directiva marco del agua para el año 2015 de presentar una calidad de agua aceptable.

Para el director de Greenpeace en España, Juan López de Uralde, estos datos de mala calidad de agua "inaceptables" parten de que la preocupación por la calidad de las aguas en España es una asignatura "olvidada", a pesar de la entrada en vigor el pasado año de la citada directiva marco.

En este sentido, lamentó que el debate sobre el agua en España aún esté solamente centrado en la cantidad de agua y que la filosofía siga siendo construir más embalses o trasvases cuando en Europa esa es ya una política desterrada. "Parece de parque jurásico", señaló.

"USO ABUSIVO"

Entre las causas que señala el estudio para explicar la mala calidad del agua de los ríos españoles destaca la política de oferta ilimitada de este recurso que ha llevado a la sobreexplotación, con una excesiva demanda y un uso abusivo, y a las grandes infraestructuras.

Según López de Uralde, España, con 1.300 embalses, es uno de los países del mundo que más numero tiene por millón de habitantes, y es el país de la Unión Europea con el mayor consumo por habitante y donde menos se paga por el agua. A esto se unen, añadió el director de Greenpeace, las malas prácticas agropecuarias.

Julio Barea, responsable de la Campaña de Aguas de Greenpeace, repasó cuenca por cuenca los mayores impactos sobre la calidad del agua, entre los que destacó las afecciones a ls cuencas internas de Cataluña, Guadalquivir, Júcar, Segura, Ebro y Tajo.

Los vertidos, aseveró, son los máximos culpables de que prácticamente todas las cuencas estén "muy" o "severamente" afectadas.

Otro grave impacto supone el hecho de que solamente el 55% de la población española esté conectada a redes de tratamiento de aguas residuales, entre ellas ciudades como A Coruña o Algeciras.

Los excedentes agrícolas, la contaminación química, el modelo energético o el impacto del turismo son otras de las razones de la mala calidad del agua los ríos españoles. Sobre el impacto del turismo, Barea advirtió del consumo "extenso y feroz" que supone tanto por abastecimiento como por el riego de los más de 300 campos de golf que hay en España. Cada uno de estos campos de golf, aseguró, consumen una cantidad de agua equivalente a la de 12.000 habitantes.

A todo ello se unen los períodos de sequía cíclicos y persistentes que, según advirtió, serán cada vez más frecuentes a consecuencia del cambio climático.

PUNTOS NEGROS

El informe ha subrayado los principales puntos negros que hay en España en cuanto a calidad de las aguas. Río Tinto, en Huelva, es el peor escenario del país debido, fundamentalmente, a las toneladas de vertidos altamente contaminados de las empresas químicas.

A continuación se sitúan la ciudad de A Coruña, por el vertido de sus aguas residuales sin tratamiento; el río Nalón en Asturias, también por vertidos; el río Deba en el País Vasco, por lodos tóxicos; el acuífero de Los Arenales, entre Segovia, Zamora y Ávila, altamente contaminado; o Madrid capital, con un foco de contaminación muy importante en la depuradora de La China, con vertido de aguas y lodos sin tratar correctamente.

Por último, para hacer frente a esta realidad, la organización señala una serie de demandas y propuestas que parten de la necesidad de erradicar los vertidos industriales, implantando sistemas de producción limpios; realizar una depuración efectiva de las aguas residuales urbanas, y controlar los vertidos agrícolas y ganaderos.

Cumplir la directiva marco, implantar políticas de contención de la demanda hídrica, preservar los suelos y los bosques, y renunciar a las construcción de embalses y trasvases, cierran el capítulo de propuestas del informe de Greenpeace.

(SERVIMEDIA)
25 Oct 2005
SBA