La contaminación, detectada por laGuardia Civil a mediados de la pasada semana, se produjo a través de la red general de alcantarillado de Salamanca, según han determinado los servicios técnicos del Ayuntamiento y de la Confederación Hidrográfica del Duero.

Los expertos también precisaron que se trata de una sustancia ácida (el río ha arrojado un Ph de 4 y la depuradora de 1,2), probablemente ácido sulfúrico.

Los concejales de Sanidad y Consumo y Medio Ambiente, José María Francia y Luis Calvo Rangel, presentaron ayer una denunci en el juzgado de guardia contra la persona física o jurídica responsable de la contaminación.

Francia manifestó que "estamos ante un atentado contra la ecología del río Tormes y la salud pública" y que los servicios municipales están trabajando para identificar al causante del vertido, al que calificó de "criminal", para imponerle una "sanción ejemplar".

"Desconozco", señaló el edil, "qué industrias o emisarios de ácido sulfúrico puede haber en Salamanca".

El vertido no afecta a la capital el Tormes desde el punto de vista de la salud pública, aseguró el concejal de Sanidad y Consumo, porque la toma de agua de la planta potabilizadora se encuentra aguas arriba del vertido.

LEDESMA, SIN AGUA POTABLE

Sin embargo, la localidad de Ledesma, a 30 kilómetros de Salamanca aguas abajo del Tormes, suspendió ayer el abastecimiento de agua potable a sus más de 2.000 habitantes a consecuencia de este vertido.

A pesar de que Salamanca, junto a Burgos, son las únicas ciudades castellano-leonesa que disponen de planta depuradora, ésta no esta capacitada para tratar ácido, aunque tampoco ha sufrido ningún daño, aseguró Francia.

El concejal salmantino afirmó que ninguna depuradora general de España puede solventar una situación parecida y que sólo algunas industrias cuentan con sistemas de tratamiento específico contra la acidez.

Francia informó también que ayer solicitaron a la Comisión de Urbanismo un informe sobre el convenio aprobado hace unos meses entre la Junta de Castilla y León yel ayuntamiento en materia de aguas residuales.

El acuerdo, que prevé una inversión de más de 4.000 millones de pesetas, contempla la creación, en la margen izquierda del Tormes, de una depuradora y un emisario nuevos.

Pero el convenio no ha sido puesto en práctica todavía porque, según indicó Francia, "el plan de saneamiento integral tiene algunos problemas económicos".

Días antes de producirse la contaminación del Tormes, grupos ecologistas denunciaron que en la estación de ferrocarril de alamanca había cisternas con sustancias ácidas.