La postura radical de los Verdes se ha suavizado, según se desprende de la firma del nuevo programa conjunto de 30 partidos verdes europeos. "La UE se halla en un momento de globalización como realidad económica", según Franz Floss, uno de los padres de este programa y autor de la obra "Las alternatias a la supresión", referido al fin de la energía nuclear.

La nueva programación "verde" ha sido diseñada con ayuda de los representantes de estas agrupaciones políticas en los países del Este y demuestra un mayor realismo que en etapas anteriores. No obstante, perdura la reivindicación de siempre de suprimir las centrales nucleares.

El postulado de unos horarios de trabajo más flexibles se transforma en uno de los puntos clave de este nuevo modelo, así como un mayor equilibrio entre salarios, simpre en deferencia a las personas más desaventajadas.

Para Floss y sus colegas europeos, "sería un gran paso acabar con el Tratado del Euratom, que se lleva millones y millones de ecus que podrían ser canalizados en proyectos para buscar nuevas fuentes de energía alternativas".

En cuanto a política de inmigración, los verdes reivindican que la Convención de Ginebra no sea, de ninguna manera, suavizada. Muy al contrario, defienden más bien una protección especial para las víctimas de conflictos arados y de catástrofes naturales.