La encuesta, realizada a mil personas a finales de junio y principios de julio, reveló que a la hora del aperitivo, la bebida elegida por el 41por ciento de los entrevistados es la cerveza, seguida por los refrescos (27 por ciento) y el vino (11 por ciento).

Aunque el 41 por ciento de los encuestados citó la cerveza en primer lugar, la práctica totalidad, el 96 por ciento, la menciona entre las bebidas preferidas.

Por zonas geográficas, la cerveza cuenta con los porcentajes de preferencia más altos en Canarias, Andalucía y Baleares; los refrescos en Cantabria, y el vermut, que continúa siendo imprescindible en el aperitivo para algunas ersonas, obtiene sus mayores cotas de aceptación en Navarra.

El consumo de vino en el aperitivo está más extendido en las comunidades del norte y noroeste peninsular, fundamentalmente en Galicia, Asturias, Euskadi, Cantabria, Navarra y La Rioja.

Respecto a la tapa, palabra que tiene su origen en la tradición que surgió el siglo pasado en algunas tabernas de tapar chatos de vino y vasos de cerveza con lonchas de jamón, casi la mitad de los entrevistados sitúa en la lista de preferencias el jamón srrano, y un porcentaje ligeramente inferior la tortilla de patata.

Las patatas bravas, el queso, las gambas, los boquerones, la sepía, el pulpo, los frutos secos, el chorizo y las patatas ali-oli también obtienen una alta aceptación, revelando que las preferencias están más repartidas en el apartado gastronómico que en el de bebida.

No obstante, la tortilla, el jamón y las gambas acaparan una mayoría de voluntades en las comunidades del norte; las aceitunas y el queso en ambas Castillas, Extremadra, Andalucía, Canarias y Madrid, aunque también en estas regiones el jamón y la tortilla ocupan un lugar destacado en la lista de preferencias.

En 1998, el consumo total de cerveza en España alcanzó los 26,4 miillones de hectolitros, por lo que cada persona bebió de media más de 66 litros. En España, la más vendida es la cerveza extra y especial.

Si bien el consumo de cerveza se asocia a menudo a problemas de aumento de peso, la aportación calórica de esta bebida es inferior a la de otras, ya qu no contiene grasas y aporta una apreciable cantidad de hidratos de carbono, vitaminas y minerales. En cualquier caso, debe consumirse con moderación, ya que pese a su baja graduación contiene alcohol.

Aunque la cerveza sin alcohol se vende mucho menos, España es el país de la Unión Europea que posee la mayor cuota de consumo de esta bebida.