En declaraciones a Servimedia, Rafael Vera, se quejó de la situación en la que se encuentran algunos de los que, como él, están procesados o implicados en cualquiera de los procesos judiciales relacionados con el "caso GAL", especialmente para encontrar trabajo o montar algún negocio.

"Soy afortunado por ser funcionario y poder recuperar mi aniguo empleo", puntualizó Vera, quien denunció que "otras personas no pueden hacerlo. En la situación en la que nos encontramos los que estamos en este proceso político-mediático (en referencia al "caso GAL"), no podemos elegir".

"Yo acabo un contrato con una empresa, no ha habido posibilidades de renovarlo y tengo que trabajar, no puedo vivir del aire a pesar de todo lo que se me adjudica y no tengo más remedio que tener una actividad para poder vivir", dijo.

Sobre su destino en el Ayuntamiento d Madrid señaló que lo desconocía y que no sabía tampoco las retribuciones que iba a tener. "Estoy pendiente de que me contesten", señaló Vera quien enfatizó en que "quiero y deseo ser tratado como cualquier otro funcionario".

Sobre la posibilidad de ser nombrado asesor del Grupo Socialista del Ayuntamiento dijo que no tenía la "menor idea" pero que "no me importaría nada estar ahí, aunque me da igual e iré donde decida el responsable de personal".

PRIMEROS PASOS EN LA POLITICA

Rafael Vera ingreó en el Ayuntamiento de Madrid en el año 1970 y ganó una oposición en 1978. Su trabajo como técnico municipal consistía en la inspección de edificios y la elaboración de informes y peritajes sobre el estado de las instalaciones municipales.

En 1979, cuando el PSOE llegó al poder en el Ayuntamiento de Madrid, de la mano de Enrique Tierno Galván, Vera inició su actividad política. Junto a José Barrionuevo se encargó del control de la Policía Municipal y los bomberos de la capital, lo que realizó hasta qe fue destinado al Ministerio del Interior.

Vera está procesado en el "caso Marey" y el fiscal pide para él 23 años de prisión. La vista oral de este caso comenzará en breve en el Tribunal Supremo, por lo que tendrá que compatibilizar su trabajo en el Ayuntamiento con sus visitas diarias a la justicia.