En un artículo de dos páginas firmado por Roberto Dorado e incluido en el número de octubre de la revista, se subraya el verano "catastrófico y embrollado" marcado por fenómenos naturales como el huracán "Katrina" y en España por "los desacuerdos, las regatas y las zancadillas" sobre el Estatuto.

El artículo está escrito antes de la aprobación del texto en el Parlamento catalán, justo después de que el Consejo Consultivo de la Generalitat redactara el informe en el que alertaba de numerosos puntos de posible inconstitucionalidad, algunos de los cuales fueron posteriormente limados.

"Allí", dice Dorado, "cada cual ha intervenido para apostillar al vecino y para enmascarar la situación. Cuando desde fuera de Cataluña alguien ha dado su opinión sobre el borrador se ha exigido silencio. Yo me lo guiso y yo me lo como". "Lo malo es que está mal guisado y el resultado por ahora es incomible", sentencia.

Dorado recuerda las numerosas páginas de la revista en las que se alertaba de que el camino seguido "no llevaba a ninguna parte". "Se nos llamó agoreros y que nos metíamos donde no nos llamaban", recuerda.

"Pues bien, ahora el Consejo Consultivo Catalán ha puesto bien a las claras que nuestras prevenciones estaban bien fundadas. ¡ A ver quién arregla ahora este lío!", proclama.