Esta caída se debe al descenso de las ventas de vinos jóvenes en el mercado interior en un 14,3%. La pérdida de mercados devino joven no ha podido ser compensada con la mejora experimentada por los de crianza (con un incremento del 13,4%), reserva (que experimenta una subida del 15,3%) y gran reserva (con un aumento del 38,7%), de los que se comercializa menor cantidad de litros.

Baró señaló lo paradójico de la situación: Rioja produce una añada 94 excelente, logra consolidarse en el mercado y caen las ventas. Pero la paradoja se explica sola, ya que la culpa es del precio en origen, que repercute sobre todo en el vino de año.

Por este motivo, el presidente del Consejo Regulador ha hecho un llamamiento a todo el sector a la "racionalización", ya que para mantener las "excelentes expectativas" hay que coordinar los objetivos comunes del sector con los objetivos comerciales particulares.

Baró considera necesario el "consenso" -hizo referencia al acuerdo del vino firmado a comienzos del pasado mes de septiembre que fijaba una banda de precios para los próximos cuatro años- porque "si no se impone la racionalidad", idicó, "frustraremos las esperanzas de la Denominación".