Esta facturación bruta supone un incremento del 9% respecto a 1995, que fue de 64.000 millones. Además, el gasto medio por alumno en este tipo de libros fue del orden de las 9.300 pesetas, con una compra meia de algo más de cuatro libros por estudiante, lo que significa que se vendieron algo más de 30 millones de ejemplares de los más de 45 millones que supone la demanda potencial.

Del total de material vendido, 60.200 millones correspondieron a libros de texto propiamente dichos, 5.600 millones en materiales complementarios, como cuadernos de trabajo, y 4.200 millones en libros de biblioteca como diccionarios o atlas.

Asimismo, los resultados estimados obtenidos por las empresas editoriales de libos educativos en 1996 fueron de unos 1.800 millones de pesetas, lo que representa algo más del 3,5% de su cifra en facturación neta, una vez deducidos los márgenes de distribución y del comercio en librerías.