Este dato lo facilitó hoy el presidente de la Federación de Cámaras de Libro (FEDECALI), Emiliano Martínez, durante una rueda de prensa junto al secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, en la que presentaron el informe "Comercio exterior del libro 2001".

Martínez afirmó que la industri editorial española vive de manera "dramática" la crisis argentina, ya que está dañando sobre todo a pequeñas empresas, que ven cómo se disparan en sus cuentas los saldos pendientes de cobro.

La recesión en Argentina, que ha provocado el cierre de unas 250 librerías en todo el Estado, se ha agudizado de manera considerable para el sector del libro español en lo que va de año si se compara con el ejercicio precedente, cuando las ventas ya descendieron un 18,8%.

Precisamente la situación de este pas es uno de los factores que han provocado una desaceleración en el crecimiento de las ventas exteriores de libros el pasado año.Si la subida fue de un 21 por ciento en 2000, el alza se redujo al 13% en 2001.

CIFRA RECORD

Pese a Argentina, el sector del libro español cerró 2001 con récord de exportaciones, al alcanzar los 100.202 millones de pesetas (602 millones de euros).

Por primera vez, las ventas a la Unión Europea, centradas sobre todo en el mercado del fascículo coleccionable, rebasaro, con 276 millones de euros, a las realizadas a Iberoamérica (262 millones de pesetas), que pide preferentemente libros.

Francia recupera la primera posición como país comprador que había perdido en 2000 en detrimento del Reino Unido, al mejorarse allí las cifras un 87 por ciento. México sigue como la nación en la que se venden más libros españoles (suben un 18,1%), por delante de Argentina.

Las importaciones aumentaron un 8,57%, hasta llegar a 131 millones de euros, y el saldo neto de la balanzacomercial del sector se cerró con un balance positivo de 471 millones de euros (unos 78.000 millones de pesetas), con lo que se mantiene entre las diez industrias más importantes del país.

Emiliano Martínez manifestó que este notable peso en la economía española obliga a pedir a las Administraciones un mayor apoyo en la promoción exterior del libro, aunque subrayó que su federación reconoce el esfuerzo que despliega el Ejecutivo central en este ámbito.

Luis Alberto de Cuenca opinó que el comercioexterior del libro "goza de un extraordinario dinamismo" y la promoción de este producto representa "una prioridad" para el Gobierno, como atestigua el crecimiento en la inversión en esta parcela desde 1996, que ha pasado de 213 millones de pesetas a 535.