El "Itaka", acompañado de otro velero griego, inició hoy su viaje hacia las costas del Adriático, con una tripulación compuesta por catorce personas de diferentes nacionalidades, que pretenden reclamar una solución pacífica para los territoios de la antigua Yugoslavia.

Según explicaron a Servimedia los componentes de la expedición, bautizada con el nombre "Balcanes S.O.S.", tras realizar varias escalas en los puertos griegos de Patrás y Corfú, que incluyen diversas actividades de apoyo a la campaña pacifista, tratarán de arribar a los puertos albaneses de Sarande y Durres, a pesar de que el Gobierno de Tirana les ha negado la entrada, advirtiéndoles, a través de su embajada en Grecia, que no permitirá que los barcos realicen escalas en u país.

El 1 de septiembre está prevista la llegada al enclave de Bar, en la república de Montenegro, donde serán recibidos por colectivos pacifistas y ecologistas de la zona. El embajador serbio en Atenas comunicó a los integrantes de la misión pacifista que en Bar no encontrarán problemas, si bien no responde de su seguridad en la zona croata de Dubrovnic.

En la proa del "Itaka", la tripulación desplegará una pancarta escrita en inglés y en la lengua de la zona con el texto "Está escrito en la uz de las estrellas, reflejado en cada lágrima, en cada grito de los que sufren, que nos equivocamos en hacer la guerra, hermanos en armas".

En contraste con lo que los integrantes de la misión de paz denominan "solución traumática", consistente en la intervención militar extranjera, pretenden concienciar a la población serbia, bosnia, croata y musulmana sobre la posibilidad de una solución pacífica.

Desde el área del conflicto, el "Itaka" lanzará diversas campañas a través de la radio y en diveras lenguas, para solicitar ayuda económica y médica, y tratará de que la respuesta internacional sea lo más amplia posible.

La campaña "Balcanes S.O.S." finalizará sobre el 20 de septiembre. Jesús López Apesteguía se dirigirá en su barco al puerto italiano de Pescara, donde permanecerá anclado durante varios meses, tratando de recabar apoyos en pro de una solución no violenta para la zona.

Este joven navarro construyó el velero "Itaka" con la ayuda de un amigo en una bajera del barrio de la Milagosa de Pamplona. A lo largo de tres años, Jesús López Apesteguía, con la ayuda de unos planos y del material que compró a base de ayudas, montó la embarcación, de diez metros y medio de eslora, y la botó al mar en 1988.