Belarra afirmó que en este documento “reside el sentir de las propias personas con discapacidad y sus familias”, pues “estas necesidades legítimas las hemos asumido como políticas públicas”. A su juicio, la aprobación de la Estrategia implica que "contemos con un mapa certero y, sobre todo, un deseo compartido para hacer de la inclusión una cuestión de Estado”.

Por su parte, el director del Real Patronato sobre Discapacidad y director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, Jesús Martín, señaló que la Estrategia “se concibe para que los derechos de las personas con discapacidad sean una política de Estado y aterricen en el día a día de la gente”. “Es fundamental cuestionar la visión hegemónica en la que persiste el tratamiento diferenciado por razón de discapacidad”, defendió.

En su opinión, esta Estrategia “contribuirá a erradicar las formas sistémicas y más ocultas de discriminación como presupuesto irrenunciable de una democracia avanzada”.

PARTICIPACIÓN Y ENFOQUE INTERSECCIONAL

La elaboración de la estrategia siguió una metodología participativa encaminada a recoger el sentir de las propias personas con discapacidad y sus familias, indican desde la Dirección General.

Para ello, se llevó a cabo una encuesta ciudadana completamente accesible, que obtuvo más de 8.000 respuestas, y se organizaron 13 grupos de discusión sobre temáticas clave para la discapacidad, en los que participaron 190 personas, de las que más del 60% tenían discapacidad.

De igual forma, el documento se sometió al consenso de los distintos ministerios implicados, que pudieron incorporar sus consideraciones y participar activamente en la elaboración de la Estrategia. Tal fue el caso de los departamentos de Sanidad, Inclusión y Justicia.

En línea con la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030, la Estrategia Española de Discapacidad 2022-2030 se concibe desde un enfoque interseccional y con la mirada puesta en otros desafíos transversales, como la emergencia climática y el reto demográfico.

La Estrategia busca también estar con la España de los pueblos, de las aldeas y del campo donde también residen personas con discapacidad, a las que hay que escuchar y acompañar. Las personas con discapacidad con grandes necesidades de apoyo y las personas con discapacidad psicosocial “han sido tenidas especialmente en cuenta en el desarrollo del documento”, que pivota sobre el diálogo civil y se nutre del conocimiento y la experiencia de las personas con discapacidad y sus familias y de las entidades representativas y las comunidades autónomas.

Para su consecución, se establecen siete retos estratégicos con objetivos concretos, que contarán a su vez con planes operativos en materias como la accesibilidad, la cultura, la educación, la salud y las mujeres y niñas con discapacidad. De igual forma, en el seno Consejo Nacional de la Discapacidad se elaborarán planes adyacentes en cuestiones clave como la educación, la cultura, la salud, las mujeres o la accesibilidad universal.