El proyecto, que comenzaría en las próximas emanas y estaría finalizado en 18 meses, cuenta con una inversión de 2.100 millones de pesetas, crearía unos 25 ó 30 puestos de trabajo fijos y unos 200 indirectos y podría almacenar, en sus 78.000 metros cuadrados de superficie, hasta 129.000 metros cúbicos de productos derivados del petróleo.

Según los alegantes, esta planta generaría un "arriesgado" trasiego de dos millones de toneladas de gasolinas, gasóleos y fuelóleos en la Bahía de Cádiz y un movimiento de 50.000 camiones cisternas y 70 buques l año en las cercanías de las barriadas del Río de San Pedro (Puerto Real) y de la Paz (Cádiz).

Asimismo, en su pliego de alegaciones afirman que "nos acercaría más a un modelo de desarrollo insostenible basado en la dependencia directa de los derivados de petróleo, no generará expectativas de desarrollo en la zona y supondría un impedimento para las expectativas de desarrollo económico ligadas a los esteros y marismas de la Bahía de Cádiz".

Además, según estas asociaciones, el funcionamiento de a planta "provocaría elevadas alteraciones de los ecosistemas litorales".

Finalmente afirman que el proyecto no incluye suficientes medidas de tratamiento de los residuos y que no se ajusta a las disposiciones y ordenamientos que regulan la actividad en las aguas de la Bahía de Cádiz.