Alan García obtuvo en esa segunda vuelta el 52,62 por ciento de los votos frente al otro candidato, Ollana Homala, en unas elecciones que abrieron una nueva etapa en Perú tras la era Alejandro Toledo.

García disputaba la Presidencia en nombre de los socialdemócratas, y Homala en el de los indigenistas, en una reñida compaña electoral en la que muchos interpretaron que, tras la derrota del candidato conservador en la primera vuelta, la derecha del país vio en García "un mal menor" frente a Homala.

Alan García presidió Perú entre 1985 y 1990, en una etapa muy controvertida, ya que nacionalizó la banca, limitó el pago de deuda externa al 10 por ciento de las exportaciones peruanas, y prohibió a las empresas extranjeras sacar divisas del país.

Su política exterior se caracterizó por el enfrentamiento con Estados Unidos, y el final de su mandato estuvo marcado por una etapa sangrienta de atentados de Sendero Luminoso y una terrible crisis económica que arruinó su popularidad.

Los recuerdos de aquella etapa hacían de García un candidato incómodo para los sectores conservadores del país, pero la derrota del candidato de derechas y la irrupción de Homala, identificado con la línea de Evo Morales y Hugo Chávez, modificaron el panorama electoral para la segunda vuelta de las elecciones.

El momento actual de Perú está marcado por un razonable crecimiento económico, pero con el reto insustituible de estabilizar ese crecimiento y hacer políticas sociales que contribuyan a reducir la enorme brecha social existente en el país.

TIEMPO DE ESPERANZA

El Gobierno español considera que la elección de Alan García abre en Perú "un tiempo de esperanza" que España está dispuesta a acompañar "con todo su apoyo", y así lo dijo la vicepresidenta anoche a la comunidad española residente en el país andino, en una recepción en la embajada.

Con este viaje, la vicepresidenta pretende estrechar lazos bilaterales en todos los ámbitos y hacer patente el respaldo de España para profundizar en la gobernabilidad democrática del país y reducir esas brechas sociales.

Fernández de la Vega y la delegación que la acompaña llegan a Perú después de haber visitado Colombia y Bolivia. En el primer caso fue reelegido recientemente Alvaro Uribe, y en el segundo Evo Morales lleva ya seis meses de gestión conocidos muy de cerca por el Gobierno español debido a los problemas surgidos con Repsol.

Sin embargo, Alán García es una especie de incógnita porque tomó posesión de su cargo la semana pasada y se ignoran muchos detalles de lo que puede ser su gestión política. De hecho, la vicepresidenta es la primera representante de un gobierno extranjero que visita Perú desde que García es presidente.

La entrevista entre ambos será, por tanto, una buena ocasión para tomar contacto con el nuevo mandatario de Perú y comprobar sobre el terreno por dónde puede caminar la relación bilateral en los próximos tiempos.

España exporta a Perú maquinaria y material mecánico y eléctrico por un importe que en 2005 fue de 192 millones de euros, e importa materias primas por un valor que ese mismo año fue de 592 millones. Además, España es el primer inversor en Perú en el sector de las telecomunicaciones y el segundo en el sector financiero.

Perú es país prioritario para la cooperación de España al desarrollo, es el primer país cooperante de la Unión Europea y el segundo de todo el mundo, detrás de Estados Unidos, dejando atrás a tradicionales donantes a este país como Japón o Alemania.