En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, De la Vega dijo que las razones técnicas son que el caudal del Segre resulta "claramente insuficiente" y que un importante tramo del trasvase debería transcurrir por el cauce de otro río seco, el Llobregat.

Como razones socioeconómicas que desaconsejan el trasvase, la vicepresidenta señaló los efectos negativos que tendría en la agricultura y en las centrales hidroeléctricas.

La vicepresidenta aseguró que el Gobierno, en diálogo con la Generalitat de Cataluña, está buscando alternativas basadas en "métodos de abastecimiento rápidos, eficaces y viables", y "el trasvase del Segre" no lo es, insistió.

Entre las alternativas que pueden permitir garantizar el suministro de agua "por distintas vías", De la Vega apuntó la utilización de pozos y aguas subterráneas, el transporte en barco y las desaladoras.

La vicepresidenta hizo hincapié en que éste es un problema que debe abordarse con "rigor y responsabilidad", y desde la certeza de que "a los barceloneses no les va a faltar el agua para beber, igual que no les ha faltado a los valencianos, a los murcianos, a los castellanomanchegos y a los andaluces".

A este respecto, subrayó que el Gobierno se preocupa por que a todos los españoles "vivan donde vivan, no les falte el agua". Así se ha hecho, dijo, en los últimos cuatro años, a pesar de una grave sequía.