En la rueda de prensa posterior al primer Consejo de Ministros después de las elecciones generales del 9-M, en las que el PSOE repitió victoria con cinco escaños más que en 2004, De la Vega se mostró "realmente satisfecha" por la labor desempeñada al lado de Zapatero y no quiso revelar el puesto que le gustaría ocupar en el nuevo gobierno.

De la Vega manifestó su disposición a trabajar "al servicio de los ciudadanos" donde Zapatero considere "más oportuno" después de cuatro años en los que ha aprendido muchas cosas como vicepresidenta primera y portavoz del Ejecutivo.

Más allá de sus apetencias personales, que no quiso descubrir, De la Vega dedicó sus primeras palabras a felicitar a los ciudadanos por la "elevada participación" registrada en los comicios del 9-M, que superó el 75 por ciento y se situó en cotas prácticamente idénticas a las de 2004.

De la Vega agradeció también el "impecable civismo" demostrado a lo largo de la jornada electoral, que transcurrió sin ningún incidente de consideración.

Asimismo, confió en que los cinco escaños más conseguidos por el PSOE respecto a 2004 permitirán a Zapatero gobernar "en mejores condiciones" que durante la legislatura que finaliza, ya que queda a sólo siete diputados de la mayoría absoluta.

De la Vega recordó que estos últimos cuatro años Zapatero ha tenido "apoyos suficientes" para gobernar "con enorme estabilidad" pese a tener 164 escaños, por lo que vaticinó que con los 169 actuales será un poco más sencillo.

Con vistas a la votación de investidura, De la Vega vaticinó desde el "respeto" a la soberanía de las Cortes Generales que el presidente del Gobierno y candidato a la reelección obtendrá "inmediatamente a la primera" el mandato del Parlamento.

Finalmente, preguntada sobre una posible modificación de las previsiones económicas a partir de los últimos datos aparecidos sobre inflación y precio del petróleo, la vicepresidenta señaló que de momento no se va a hacer ningún cambio.