De la Vega, que hizo estas declaraciones durante su intervención en la Escuela de Verano de la Fundación Jaime Vera, dijo que "creer en el progreso es creer en la juventud, en la rebeldía, en el inconformismo y en la esperanza de un futuro mejor", y mencionó las manifestaciones contra la Guerra de Irak como demostración de que los jóvenes siguen siendo comprometidos.

A su juicio, todavía hay motivos por los que luchar. "Durante mucho tiempo", lamentó, "los neocons han vaciado de contenido el compromiso público del ciudadano, han extendido la desconfianza y la sospecha respecto de lo público". En consecuencia, "han quitado todo valor al ciudadano, que "se ha convertido en un mero consumidor".

Con los años de hegemonía ideológica neoconservadora, añadió, "la política ha sido desnaturalizada y vaciada de contenido. Había que propugnar el individualismo, el egoísmo y el interés particular como motores del progreso general, porque la mano invisible se encargaría de generarlo". "Pero la mano invisible", concluyó, "era muy ancha, y por ahí cabían la avaricia y el fraude".

Por todo ello, la vicepresidenta afirmó que "necesitamos unos jóvenes que digan que el espacio público es el de todos, que la igualdad es la base de la libertad y que la política es la herramienta para cambiar las cosas, y que defiendan las instituciones públicas, porque ahí está la legitimidad y la soberanía de los ciudadanos". "Las instituciones son de todos", sentenció.