Fernández de la Vega aseguró ante los diputados que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le ha hecho el encargo expreso de "incluir" en el acuerdo sobre la reforma educativa al PP.

"Ayer mismo", explicó, "me puse en contacto con el señor Rajoy para iniciar conversaciones" y tratar de lograr un "gran acuerdo" entre "la inmensa mayoría de las fuerzas políticas" que dote de "estabilidad" al sistema educativo.

Esta reforma será junto con el acuerdo de financiación de la sanidad y la reforma de los estatutos de autonomía los ejes centrales de período de sesiones que ahora comienza.

En cuanto a la oferta del Ejecutivo para financiar la sanidad pública, la vicepresidenta apuntó que se trata de una "propuesta muy generosa" que no merece la consideración de "caballo regalado" con que la ha calificado el PP.

Insistió en que esas descalificaciones venidas de los populares son "un dislate". "No se trata ni de caballos, ni de regalos, se trata de resolver problemas y de hacerlo con responsabilidad" porque el Gobierno "no se desentenderá jamás cuando lo que está en juego sea el bienestar de los ciudadanos".

De la Vega explicó que los Presupuestos Generales del Estado para 2006 pondrán el acento en las políticas sociales y en aquéllas que profundicen en el ejercicio de las libertades y la promoción de la igualdad. Anunció que, por segundo año consecutivo, no habrá ley de acompañamiento y avanzó el deseo del Ejecutivo de ampliar el consenso parlamentario para sacar adelante las cuentas del Estado.

Aseguró que los Presupuestos para 2006 serán "rigurosos" y permitirán cerrar el ejercicio con superávit, manteniendo las prioridades de gasto en materia de educación y de vivienda.

REFORMAS CON LIMITES

Se refirió también a las modificaciones estatutarias pendientes, reconociendo que "el debate de las primeras reformas será decisivo a la hora de establecer las pautas y las reglas no escritas de un proceso generalizado".

La vicepresidenta aseguró que este proceso se realizará dentro de unos límites que implican que cualquier reforma "debe estar orientada por el interés de los ciudadanos, contar con un amplio consenso y respetar los límites y procedimientos que establece la Constitución".

"Dentro de los márgenes y del acuerdo con las normas de procedimiento constitucionales cabe cualquier reforma. Fuera de ellos, ninguna", sentenció Fernández de la Vega.

En suma, el objetivo del Gobierno para su actuación de los próximos meses será estimular el diálogo, someterse al control del Parlamento y promover la igualdad, la solidaridad y la justicia social. Todo ellos se hará con la aprobación en este período de sesiones de al menos "quince grandes leyes".

En ese sentido, recordó el compromiso de Zapatero de abordar una reforma del IRPF que signifique una bajada de impuestos para los trabajadores y las clases medias.

De la Vega dijo a los parlamentarios que tanto el Gobierno como el grupo pueden estar "razonablemente satisfechos" del trabajo realizado durante el último año, aunque sin caer en la "autocomplacencia".

En todo caso, advirtió, "la democracia no es un cheque en blanco, es una tarea diaria y debemos seguir tabajando para devolver a los ciudadanos la confianza que nos dieron".