Esa es la idea que transmitió la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.

"El Gobierno no está ni más ni menos optimista que hace nueve meses", dijo la vicepresidenta, a pesar de que en las últimas semanas el proceso de paz parece estar en momento crítico debido, por ejemplo, al robo de pistolas por parte de ETA en Francia.

Sobre este extremo, la vicepresidenta precisó que se sigue investigando la posible relación de los últimos detenidos con ese robo de armas, que aún no esta confirmada.

Después también de semanas de violencia callejera en el País Vasco y de un golpe a ETA asestado por las fuerzas de seguridad, la vicepresidenta aseguró que el Gobierno "está en su sitio y hace todo lo que corresponde, todo lo que debe hacerse en democracia, con la ley en la mano para llegar al fin de la violencia".

El Ejecutivo, añadió, está "claramente comprometido con los deseos ampliamente mayoritarios en la sociedad vasca y española de alcanzar la paz en los términos que expuso el presidente del Gobierno".

La vicepresidenta no confirmó que se vaya a producir una ronda formal con los partidos políticos para informarles del último golpe a ETA o del estado del proceso de paz.

Más bien dejó caer que esos contactos se han producido ya de forma discreta. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicó, "ha informado a los grupos", como hace siempre que dispone de "informaciones relevantes".

En este asunto, dijo, el Gobierno seguirá actuando "con responsabilidad, con prudencia, con discreción y con lealtad institucional a todos los grupos y partidos políticos".

En virtud de ello, el Gobierno mantendrá también "la mano tendida" al PP para intentar que este partido reflexione y se sume a los esfuerzos por lograr la paz.

No obstante, la vicepresidenta aseguró que el Gobierno "no se ha movido un milímetro" de la posición mantenida siempre, y que no ha sido su actuación la que ha impedido acuerdos con el PP.

"No ha sido el Gobierno quien ha roto los puentes", sentenció. "En su caso, los rompieron los dirigentes del PP cuando decidieron hacer de la lucha contra el terrorismo su lucha particular contra el Gobierno".

Aunque la agenda del presidente "siempre está abierta a una reunión" con el líder de la oposición, la vicepresidenta aseguró que en este momento "no hay nada previsto" sobre un encuentro entre Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

En respuesta a una pregunta, la vicepresidenta explicó que se sigue trabajando en el anteproyecto de la Ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo, que pretende fundir en una sola norma los textos actuales referentes a este asunto, e incluir en ella soluciones puntuales que se han aprobado al margen de esas leyes dispersas.