No obstante, efectivos de los Bomberos y de Protección Civil seguían a esa hora con los trabajos de extinción, según fuentes indicaron a Servimedia fuentes del Gobierno Civil de Tarragona.

A pesar de las continuas manifestaciones por parte de las diferentes administraciones de que no existe peligro para la poblción cercana al lugar del siniestro, a unos 500 metros del complejo petroquímico de Tarragona, los vecinos de varias poblaciones coincidieron en afirmar que el Plan de Emergencia activado por las autoridades poco después del accidente y considerado un éxito por el delegado de la Generalitat, Josep Maldonado, no funcionó.

Según un representante de la Federación de Vecinos de Tarragona, Angel Juárez, 25 minutos después de producirse el siniestro, ni Protección Civil ni la Guardia Urbana habían informadoa la población de lo ocurrido. "Hemos tenido que pasar la megafonía por todo el barrio, esperando que alguien dijera lo que estaba pasando", aseguró.

Por otra parte, el que el pentalán de Repsol se haya partido por la mitad como consecuencia del choque y que parte del mismo se haya hundido en el agua podría provocar la fuga de productos petrolíferos por debajo del nivel del mar y, por consiguiente, nuevas explosiones, indicaron fuentes de los bomberos.

En las tareas de extinción del fuego trabajaan esta tarde las dotaciones de 20 camiones de bomberos además de los medios de lucha contra el fuego de la Comandancia de Marina de Tarragona.

Todas las autoridades locales y los representantes de las administraciones central y autonómica se reunieron esta tarde con el fin de evaluar los daños del accidente y las posibles causas que llevaron al barco danés a chocar contra el muelle de Repsol.

La ruptura de una tubería de las instalaciones de Repsol después de que topara con las mismas la embarcaión hizo que miles de toneladas de nafta, un derivado del petróleo que se utiliza como disolvente, se derramaran al mar. La carga del barco era de 22.000 toneladas de este producto, que no llegó a descargar.

El accidente ocurrió sobre las 8.30 de la mañana, cuando el petrolero realizaba los trabajos de carga y descarga en el pentalán de Repsol, aunque no se registró ninguna víctima ni peligro de toxicidad para la población, según el Gobierno Civil.

En el momento del siniestro fue aplicada la seguda fase del Plan Secta, de seguridad exterior, que las autoridades activan cuando ocurren daños leves en el exterior del complejo petroquímico de Tarragona. La primera fase del plan se pone en marcha automáticamente.

Los alumnos de la antigua Universidad Laboral, unos 1.000 estudiantes, que está ubicada cerca del lugar de los hechos, desalojaron las dependencias y también lo hicieron los niños de una escuela de Vila-seca.