Los encerrados exigen al alcalde, el centrista Aniceto Pellón, que lea públicamente los resultados de un informesanitario encargado por los vecinos a un equipo técnico independiente, que demuestra, en su opinión, el carácter nocivo de la instalación.

El horno incinerador dista 1.100 metros del casco urbano, 1.800 de varias captaciones de agua a cielo abierto y sólo 100 metros de algunos pastizales en uso.

Las protestas vecinales para pedir la paralización de las obras se remontan al momento en que la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno regional dio a conocer el lugar exacto del emplazamiento, ya que,según las normas de la Comunidad Europea, este tipo de instalaciones no pueden ser ubicadas a menos de 4 kilómetros de cualquier manantial o núcleo de población.

El informe topográfico aportado por los vecinos, y respaldado por la organización ecologista Greenpeace, indica que la dioxina resultante de la quema de residuos contaminará los manantiales próximos de San Martín de Toranzo, que abastecen a 250.000 vecinos de Santander y núcleos circundantes. Además, el estudio advierte sobre la posibilidad d que la dioxina produzca enfermedades por vía alimentaria a largo plazo.

Según el informe, las personas que consuman carne o leche del ganado que pasta en Santiurde corren el riesgo de contraer enfermedades cancerosas en el aparato digestivo o malformaciones fetales, en el caso de embarazos.

El horno de Santiurde de Toranzo forma parte del Plan de Gestión de Residuos Sólidos elaborado por la Diputación Regional de Cantabria en 1989, con el que pretende sustitutir varias decenas de vertederos incotrolados en los que los municipios de la región depositaban sus basuras desde hace decenios.

El Gobierno cántabro quiso instalar anteriormente el horno en otros municipios de la comarca que se beneficiarán de su funcionamiento, como Sel de San Vicente, Salcedillo, Sel de la Carrera, Bárcena y Pando, pero tuvo que desistir ante la fuerte oposición vecinal.

La creación de instalaciones de este tipo ya ha provocado en la región varios incidentes, el más grave de ellos en Zurita el pasado año. Durant una manifestación de vecinos para protestar por el emplazamiento de un vertedero controlado en esta localidad, el hijo del propietario del terreno afectado mató a dos manifestantes con su coche al intentar atravesar la concentración.