El 6 de octubre acudirán a los juzgados de la plaza de Castilla para quejarse de lo que consideran excesiva permisividad de los jueces con los "camellos" y dos días más tarde se trasladarán a las sedes de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.

Los convocantes pretenden con este último acto de protesta que los políticos "se impliquen de una vez por todas en el problema, asuman sus responsabilidades y contribuyan a dar soluciones", explicó a Servimedia un portavozde la asociación de vecinos.

Desde hace un par de semanas, grupos de vecinos recorren por las tardes las calles del barrio para "invitar" a los traficantes a que se vallan de allí, medida que ya han puesto en práctica otras veces.

Los residentes del Pozo dicen que la policía ha descuidado la vigilancia y, ante el progresivo incremento de la venta de drogas, han decidido volver a "tomar" la calle y emprender movilizaciones.

"Estamos saliendo todas las tardes en grupo (ellos prefieren evitar e término patrulla) y, sin violencia ni agresividad, recomendamos a los traficantes que encontramos a nuestro paso que se vayan del barrio. Desde que empezamos no ha habido incidentes", subrayó el mencionado portavoz.

Los vecinos se quejan sobre todo de que las autoridades no hayan podido erradicar la venta de drogas en el poblado marginal de La Celsa, situado a escasa distancia del Pozo, y considerado como uno de los "supermercados" de la droga de Madrid.

Los habitantes del Pozo se suman de esta orma a las movilizaciones iniciadas recientemente por la Coordinadora de Vecinos de Villaverde Bajo y Perales del Río y los del barrio de Las Fronteras, en Torrejón, que también protestan por el aumento del tráfico de estupefacientes.