Los hechos que han originado los conflictos de los útlimos días, en Navalcán, tuvieron lugar el 7 de octubre de 1990, cuando la joven Begoña Sánchez, que en la actualidad tiene 19 años aunque en aquella época tenía una edad mental cifradaentre los 11 y los 13, fue violada repetidas veces -según la sentencia- por cada uno de los jóvenes.

La joven es madrileña, pero solía ir con sus padres a Navalcán, municipio de unos 3.000 habitantes, algunos fines de semana y durante las vacaciones de verano desde hacía años.

Un grupo de jóvenes y amigos de los encarcelados entregaron el pasado 1 de marzo un escrito ante el presidente de la Audiencia Provincial de Toledo, Julio Tacende, avalado por 1.200 firmas, en el que protestaban por la "fora en que se ha desarrollado el ejercicio de la Justicia".

El comunicado añade que "conocemos las actitudes de la presunta víctima y de los acusados, queriendo hacerle saber la mala reputación que la primera tiene en la villa, frente a la buena conducta de los jóvenes citados en segundo lugar".

En el juicio, que se celebró el pasado mes de febrero, defendió a Begoña Sánchez la abogada Cristina Almeida, cuya fama ha influído -en opinión de los amigos y vecinos de los tres encarcelados- en que las pnas por la violación sean mayores.

Por otra parte, el alcalde de Navalcán, Sixto López del Partido Popular (PP) se mostró tan indignado como sus vecinos e hizo hincapié en las buenas cualidades de los jóvenes navalqueños.

A juicio de López, la "excesiva sentencia" por la violación de la deficiente se debe a lo sensibilizada que está la opinión pública en la actualidad por los recientes sucesos del "caso Alcásser".