Alrededor de las tres de la madrugada del jueves, más de una veintena de guardias civiles asaltaron una de las viviendas situadas en la segunda planta de la calle Pico Veleta número cuatro, en la que vivían en régimen de alquiler las jóvenes Maite García y Elena Fernández.

Los "geos" pensaron que se trataba de una vivienda que formaba parte de la infraestructura del "comando Madrid" de la banda terrorista ETA.

La esposa del presidente de la comunidad de propietarios rlató a Servimedia que cuando se produjo el asalto se oyeron muchos ruidos y que a continuación todo quedó en silencio. Una hora y media después los agentes abandonaran el inmueble.

El mismo testigo, que desde que ocurrieron los hechos descansa gracias a tranquilizantes, dijo que ningún agente explicó a los vecinos lo que ocurría y que los propietarios de las viviendas no van a tomar ninguna medida, "porque sólo queremos olvidar lo sucedido".

Las jóvenes que ocupaban la vivienda intervenida por lo "geos", una profesora y una estudiante, nacidas en Asturias y en Ciudad Real, no han pasado esta noche en su casa, según la misma fuente, que explicó que se trata de dos chicas muy normales que nunca han dado problemas.

Antes de las ocho de la tarde de ayer, empleados de una empresa de mantenimiento enviados por el Ministerio de Interior repuso la puerta blindada de la vivienda donde ocurrieron los hechos.