A lo largo de estos años, los vecinos estuvieron divididosentre la mayoría de "anti vertederos", que rechazaron el proyecto de la Junta de Andalucía de instalar en la finca "Belmonte" un vertedero de residuos industriales y el grupo minoritario de "vertedosos" que lo apoyaba.

Según numerosos ciudadanos consultados por esta redacción, la convivencia no se ha restablecido después de la división que supuso este conflicto.

"Algunas familias y parejas de novios quedaron rotas a raiz del vertedero y, desde entonces, muchos de ellos continúan sin mantener relaiones como antes de este conflicto", aseguraron.

La mayoría de los entonces concejales y sobre todo el ex-alcalde, Antonio Romero, todos pertenecientes al PSOE y a favor de la construcción de este proyecto de la Agencia del Medio Ambiente en dicha localidad "continuan siendo abucheados en algún local o por la calle", añadieron estos vecinos.

Pese a ello, el actual alcalde de Gibraleón, José Luis Rodríguez, del Partido Popular (PP), ha reiterado durante los últimos meses que la convivencia ciudadaa está "totalmente restablecida".

El proyecto de la Administración autonómica provocó que un amplio sector de la población protagonizase durante dos años numerosas movilizaciones para expresar la repulsa hacia este vertedero.

A raiz de este clima de tensión y agresividad, cientos de efectivos de la Guardia Civil provistos de material antidisturbios permanecieron cada día durante varios meses en Gibraleón.

Entre otros efectos, este conflicto causó la dimisión en cadena de numerosos concejalesdel PSOE y se creó una comisión gestora en tanto llegaban las elecciones municipales, en las que la población votó mayoritariamente al PP como "castigo" al PSOE.

Finalmente este proyecto fue "reconvertido" e instalado en Palos de la Frontera bajo la denominación de planta de inertización de residuos industriales, según los vecinos.