La hija mayor de la familia, Silvia González, de 14 años, que fue la que recibió directamente las amenazas, explicó cómo un vecino de avanzada edad se le acercó cuando salía de hacer la compra en una tienda próxima y le dijo: "por vuestra culpa, el pueblo ha quedado mal. Ahora no os vamos a quemar la casa con gasolina, sino con pólvora".

La muchacha se puso nerviosa y salió corriendo en busca de sus padres, que dieron cuenta de inmediato a las autoridades y decidieron dejar el pueblo.

La familia formada por la abuela, el matrimonio y ocho hijos, permanecía hoy alojada en el hotel Quatre Nacions de Lérida, al que se trasladó a principios de semana.

Funcionarios de Bienestar Social y la Asociación Cultural de Gitanos de Lérida buscan estos días un piso adecuado donde los gitanos puedan vivir sin sufrir ninguna amenazas.

Un portavoz de la familia gitana agradeció el interés de quienes les tratan de ayudar buscándoles casa, pero manifestó que preferirían no abandonar Aitona, puesto que el pso donde viven es de su propiedad.

El mismo miembro de los González López aclaró que el problema no lo tienen con todos los vecinos, sino con algunos habitantes de Aitona que "nos hacen la vida imposible".