Según informó este miércoles el Instituto Armado, los animales estaban sin el agua y cobijo adecuados, al tiempo que presentaban signos de enfermedades por la mala alimentación recibida durante años.

El propietario de los monos, de 56 años, ha sido acusado de un delito contra la fauna y flora silvestres y otro contra los animales.

El descubrimiento de este caso se produjo tras recibirse una denuncia de que en el patio de una vivienda de Granada había dos macacos de Gibraltar (macaca sylvanus) encerrados en jaulas. El Equipo de Protección a la Naturaleza (Eprona) inició una investigación para comprobar la veracidad de los hechos.

ANIMALES MALTRATADOS

Las pesquisas determinaron que, efectivamente, había dos monos gibraltareños, que tienen la máxima protección legal, encerrados en el patio de una vivienda en condiciones deficientes. Los primates, un macho y una hembra, llevaban enjaulados más de quince años separados en jaulas oxidadas y punzantes, sin agua ni cobijo adecuados. Presentaban signos de enfermedades por mala alimentación durante años.

El Eprona contactó con la Fundación AAP Primadomus, dedicada a la protección animal y centro de rescate de mamíferos exóticos, que envió veterinarios a acompañar a los agentes. Estos constataron que además del delito por tenencia ilegal de especies protegidas, se estaba cometiendo un delito continuado de maltrato animal.

Los macacos pueden transmitir enfermedades a humanos como tuberculosis, sida o herpesvirus, por lo que mantenerlos en cautividad sin controles veterinarios supone un riesgo para la salud pública. En este caso, los animales llevaban más de quince años sin revisiones debido a su situación de ilegalidad.

La Guardia Civil ha incautado a los primates, que han quedado bajo el cuidado de la Fundación AAP Primadomus para su rehabilitación, si bien permanecen a disposición judicial. El propietario está siendo investigado por los delitos mencionados.