El estudio señala que el trabajo doméstico tiene un valor que se mueve entre el 15 y el 30 por ciento del PIB del País Vasco, en función de que se tome como referencia el salario de las empleadas domésticas o el sueldo promedio de las mujeres que trabajan fuera del hogar.

Según el estudio, el número de horas dedicado al trabajo doméstico en cada familia es de una media de 7,12, lo que es "una muestra clara de la escasa mercanilización del trabajo doméstico en la sociedad vasca y un ejemplo del papel estabilizador de la familia en épocas de crisis".

"Por tanto", añade, "existe correspondencia entre crisis económica y trabajo doméstico, ya que para el mantenimiento de determinadas cotas de bienestar, se produce un incremento del trabajo doméstico en épocas de recesión económica".

La autora del estudio concluye que "es necesario incorporar al debate del reparto del trabajo el ámbito del trabajo doméstico, para la obtencón de tiempos de trabajo más igualitarios entre los dos géneros".