Según el primero de los policías que intervino en la vista del juicio, Martín Montáñez fue detenido cuando pretendía sacar en un cajero automático de la Caja de Ahorros de Cádiz, en la gaditana plaza de San Antonio, parte del rescate de 12 millones de pesetas que había exigido a los familiares de la víctima.

Explicó que la igilancia policial establecida en los cajeros de la entidad financiera gaditana en la capital tenían la contraseña "Ha sonado la flauta" para proceder a la detención de la persona que fuera a extraer el dinero. El número de la tarjeta de crédito estaba identificado para facilitar la operación policial.

Otro de los funcionarios que prestó declaración detalló el registro efectuado en el piso que el acusado ocupaba en la calle Villa de Paradas, donde fueron descubiertas en una fiambrera las manos, identiicadas como las de Javier Suárez, que estaban metidas en un líquido conservador debajo de un sofá.

CONOCIMIENTO DEL SECUESTRO

También compareció en el juicio el jefe de la brigada de policía encargada de las investigaciones, que dijo que sólo los altos jefes de la comisaría conocían el secuestro del joven, para evitar que pudiera sufrir algún daño.

El jefe de la brigada expresó el temor de la policía a que el presunto secuestrador de Javier Suarez utilizara la tarjeta del cajero automático en oras localidades de la provincia, lo que, en su opinión, hubiera complicado la investigación y la detención del acusado.

Al juicio, en el que ayer prestó declaración el padre de la víctima, asisten más de trescientas personas, de las que cerca de un centenar permanecen en los pasillos al no caber en el salón de plenos habilitado para el juicio.

Tanto el padre del joven descuartizado, el arquitecto Luis Suarez Cantero, como varios amigos del procesado y de la víctima que intervinieron hoy en el juiio, negaron la supuesta tendencia homosexual de Javier Suárez Samaniego.