Los dieciséis estudiantes fueron finalmente alojados en la localidad alicantina de Benidorm , donde pasaron sus cinco días de vacaciones. Según explicó uno de los padres, la negativa de los hoteles a acoger a los alumnos fue comunicada al director del centro educativo, Bartolomé Soler, mediante una carta enviada por la agencia de viajes encargada de gestionar la excursión de fin de curso.

El director provincial de Educación, Antonio Puig, calificó la decisión de estos hoteles de "discriminació para un colectivo que está amparado especialmente por las leyes para lograr su integración social".