"El poder", dijo, "deteriora, el poder aisla, hace que quien lo detenta pierda un poco el contacto con la realidad viva de la calle y creo que ese es un problema que Felipe y el Gobierno que preside han experimentado en carne propia, y es una de las razones de su deterioro".

Sin embargo, el novelista peruano afirmó en la Cadena Ser que la historia reconocerá los logos de Felipe González, entre los que destacó el haber movido al PSOE "hacia la democracia, hacia la defensa de la cultura de la libertad".

Respecto a su paso por la política en Perú, el escritor dejó claro que no tiene intención de retornar a ese ámbito, aunque matizó que su labor literaria e intelectual no está disociada de la preocupación política.

Vargas Llosa, que el próximo lunes recibirá de manos del rey el Premio Cervantes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), obuvo la nacionalidad española el año pasado, lo que le permitirá ingresar en la Real Academia Española.

El novelista, que también obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, hizo una defensa del patriotismo, pero expresó sus temores en relación al nacionalismo, por considerar que "en todo nacionalismo hay una cierta intolerancia, un cierto rechazo del otro".

"El patriotismo", señaló, "a mi me parece muy legítimo, no así el nacionalismo. Yo soy un adversario resuelto del nacionalismo, que reo que es un gran obstáculo para el progreso para la convivencia y en última instancia para la democracia y para la libertad".