Aunque el ministerio concluyó la declaración de impacto ambiental en septiembre de 1997, su publicación en el "Boletín Oficial del Estado" (BOE) se demoró hasta hoy.

La declaración recoge las condiciones que impso el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para reducir los impactos radiológicos, que incluyen la elaboración de un manual de protección radiológica, un plan de emergencia interior, un plan de gestión de residuos radiactivos y un programa de vigilancia radiológica, entre otras obligaciones.

Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente establece una serie de requerimientos para evitar o reducir los impactos convencionales.

Para cumplir estas condiciones ambientales se establecerá un programa de viilancia ambiental, que incluirá el seguimiento y control de las concentraciones de polvo en el aire en las áreas limítrofes, que serán medidas semanalmente, y de la contaminación acústica.

La protección de los acuíferos se realizará mediante el análisis de la calidad del agua, según los parámetros que marque la Junta de Saneamiento del Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat de Cataluña.