En declaraciones a Servimedia, Climent enjuició que "éste es un mal endémico, silenciado y autorizado por los ayuntamientos en el sentio de que nos les legalizaban pero tampoco actuaban contra ellos, porque no les venía mal, porque los nuevos propietarios pagaban su contribución urbana y así aumentaban sus ingresos; se hacía la vista gorda y se iban construyendo casas".

Con el boom turístico residencial en la Comunidad Valenciana "esto se ha multiplicado de una forma intolerable, pero juraría que no se escapa ningún municipio, sobre todo de la costa valenciana", reiteró.

Para Climent, la nueva ley urbanística valenciana, cuya derogación reglama la Comisión Europea, "es muy similar a la anterior, no fue más que una jugada para quitarse de encima la presión de la UE, que sin embargo dice ahora que tampoco está cumpliendo lo que señala la directiva europea sobre contratos públicos, etc...".

"Alegan ahora que se sienten perseguidos por Europa, que van a recurir al defensor del pueblo europeo; en fin, una serie de tonterías, de frases hechas muy políticas teniendo en cuenta que estamos en el incio de la campaña electoral", opinó.

Concluyó estar en desacuerdo con la decisión "unipersonal" de la Consejería valenciana de Territorio de asumir las competencias urbanísticas del Ayuntamiento de Catral, porque "si vamos a ellos también deberíamos ir a Orihuela, Torrevieja, Villajoyosa, Benidorm, etc...".

"Podría mencionarle entre 20 y 25 pueblos donde ocurre exactamente lo mismo y, sin embargo, sólo han ido a uno. En todas partes comen habas".