La mayor innovación que presenta este nuevo modelo de prótesis radica en la mejora de la pieza que se inserta en la cavidad glenoidea del omóplato (superficie cóncava que va a articularse con la cabeza del húmero), fundamental para soportar el resto de la estructura protésica.

La nueva técnica optimiza los resultados en el paciente. Tras la cirugía se intenta conseguir una sensación de recolocación del hombro deteriorado, un alivio inmediato del dolor y una mayor movilidad del hombro que con las prótesis convencionales.

Es una intervención indicada en pacientes en edad avanzada, por lo que la prótesis debe garantizar la máxima sujeción y el mejor funcionamiento del implante dada la mala calidad del hueso en este tipo de enfermos.

Se trata, no obstante, de una cirugía compleja que debe de ser considerada de salvación, es decir, la última alternativa en cirugía protésica y reconstructiva del hombro, dada su complejidad.