Este decreto regula por primera vez el recurso de las viviendas tuteladas, y cuenta con el consenso de los principales colectivos y asociaciones representantes del mundo de la discapacidad y de la salud mental, según informó la Generalitat.

Las viviendas tuteladas son viviendas configuradas como hogares de dimensiones reducidas, insertadas en el entorno comunitario, en las que conviven de forma estable en el tiempo un grupo homogéneo de personas con discapacidad física, intelectual o con enfermedad mental crónica o trastorno mental grave, con necesidades de apoyo intermitente o limitado, en régimen de funcionamiento parcialmente autogestionado.

Pueden ser usuarios de las viviendas tuteladas las personas con discapacidad física, intelectual o con enfermedad mental crónica o trastorno mental grave, mayores de 18 años, necesitadas de protección y de alojamiento social alternativo a las Residencias, que tengan reconocido en el certificado de minusvalía un grado de minusvalía igual o superior al 33%.