Blasco destacó "la notable ampliación y diversificación de la red de recursos asistenciales de la Comunidad, que cubrirá la demanda real de los ciudadanos".

Este centro será gestionado por la Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, donde se enseñará a los lesionados a recuperar las habilidades básicas que les permitan superar su nueva situación.

El proyecto de la unidad de daño cerebral nace, según sus promotores, por la necesidad de dar una asistecia global a enfermos que, tras recibir el alta hospitalaria, carecen de la cobertura necesaria para continuar el tratamiento en la fase postaguda y conseguir así el máximo grado de recuperación.

A juicio de Blasco, "la nueva unidad de daños cerebrales es un recurso necesario que confirma la situación vanguardista de nuestra Comunidad en el ámbito de las políticas sociales, además de representar un claro ejemplo de implicación de la sociedad en la protección de las personas en situación de dependencia.

La nueva unidad ofrece tratamiento ambulatorio y rehabilitación a personas con esta dolencia que hayan recibido atención hospitalaria, así como apoyo y orientación a sus familias.

Para dotar a estos enfermos de la asistencia necesaria, la nueva unidad cuenta con un equipo formado, entre otros, por médicos especialistas, neuropsicólogos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales que, de manera coordinada, trabajan en la rehabilitación del paciente mediante una programación adaptada acada caso, con el fin último de favorecer la integración social y la autonomía personal.