Sin embargo, los resultados de la investigación llevada a cabo por estos expertos también han aumentado la preocupación por el hecho de que la infección extienda la enfermedad y que ésta no pueda combatirse ni con instrumenos quirúrgicos minuciosamente esterilizados.

Los científicos creen que una forma anormal de una proteína prión resistente a la proteasa es la causante del colapso de las células cerebrales asociadas con la nueva forma de la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob. Los priones se reproducen en los tejidos del sistema inmunológico, incluidas las amígdalas.

Debido a que existe la posibilidad de que la enfermedad pueda extenderse a través de la cirugía a los órganos infectados, el profesor Collinge ha recomedado que en dichas operaciones se utilicen solamente instrumentos quirúrgicos desechables. Los procedimientos comunes de esterilización son en este caso ineficaces, ya que la infección puede soportar altas temperaturas.

Los investigadores también han descubierto que la nueva versión de la enfermedad tiene una progresión diferente y que está mucho más tiempo en el sistema inmunológico.

Pero aunque los científicos aseguran que la nueva prueba puede diagnosticar la enfermedad en el comienzo, no exise aún un tratamiento para esta enfermedad mortal.