Según COAG, el 1 de febrero se difundieron de manera fragmentaria datos en los que, según la organización, los ganaderos aparecían como los únicos responsables de las irregularidades detectadas. Siete días después se celebró la rueda de prensa oficial, en la que, "una vez más, la información del Seprona fueincompleta".

A juicio de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, en la información facilitado por la Guardia civil no se precisaban las infracciones cometidas por los ganaderos, "que seguían en el punto de mira de la opinión pública como los máximos responsables de la extensión del mal".

La organización agraria agrega que, "a pesar de que de las 6.298 inspecciones 4.525 fueron efectuadas en explotaciones ganaderas, de los siete detenidos oficiales y los tres por confirmar, an solo dos fueron ganaderos -en Pontevedra y Granada- y ninguno de ellos por alimentar a sus vacas con piensos de origen animal".