Un informe sitúa los últimos casos de la variante humana de las "vacas locas" en el pueblo de Quensborough, en la zona de Leicestershire. En un primer momento, los expertos han decidido descartar los menús escolares y los alimentos para bebés de la lista de posibles focos de infección. Igualmente, se ha desestimado que el contagio pueda proceder de los suministros de agua y del ámbito laboral de las últimas cinco víctimas, residentes todas en un radio de tres milas.

De momento, el único vínculo entre los recientes fallecimientos es que en todos los casos se había consumido carne de vacuno o productos derivados de la misma. Ahora los especialistas se están centrando en toda la cadena de abastecimiento de estos productos en el área mencionada.

La alarma por Creutzfeldt-Jakob comenzó en Leicestershire en noviembre de 1998, al registrarse tres muertes en un lapso de tiempo de 12 semanas.