Como reacción a los últimos brotes de EEB, la nueva reglamentación aprobada por la Eurocámara reúne en un solo texto las medidas ad hoc adoptadas en los últimos años contra estas enfermedades transmisibles, pero también hace referencia a otros males del ganado, como el Scrapie de los ovios.

La propuesta incluye una clasificación de los Estados miembros según categorías de riesgo, de forma que, dependiendo de una determinada categoría, se establecen diversas exigencias en la manipulación de materiales de riesgo, como el cerebro, la columna o los intestinos de los animales.

Por otro lado, se prohibe terminantemente suministrar a los rumiantes piensos realizados con harina de origen animal, y se obliga a los Estados de la Unión a denunciar inmediatamente la aparición de casos de EE, Scrapie y otras enfermedades animales transmisibles.

Una novedad es que, ante la inactividad o negligencia de un Estado tras la detección de la EEB, la Comisión Europea tiene la posibilidad de actuar adoptando sus propias medidas de protección, como, por ejemplo, vetar las exportaciones de reses o prohibir su sacrificio, si se considera necesario.

"En el Parlamento hemos podido mejorar más una buena propuesta de la Comisión Europea. En los casos en los que un Estado miembro proporciona informacones insuficientes sobre la comprobación de una situación de riesgo de EEB, la Comisión puede alterar por su cuenta la clasificación del riesgo de dicho país comunitario, y con ello, poner fin a la táctica de aplazamiento de algunos países. Este es un paso importante hacia un nivel de protección unificada de la salud europea", comentó la ponente socialista Roth-Beherendt tras la votación de su propuesta.