Dos de los nuevos casos se detectaron en las explotaciones leonesas ubicadas en las localidades de Crémenes y Algadefe. Las dos vacas, de 5 y 6 años de edad, fallecieron en sus respectivas cuadras y fueron trasladadas a un centro de eliminación de cadáveres, donde se tomaron las muestras para su análisis.

En el caso de Crémenes, la explotación contaba cn otras 16 reses y la de Agadefe con 173, que serán sacrificadas, en cumplimiento de la normativa comunitaria vigente. También se sacrificará a la última descendencia de las dos vacas enfermas.

El tercer caso confirmado se refiere a una vaca de una explotación ubicada en el ayuntamiento de Guitiriz (Lugo), donde convivía con otras 42 reses vacunas y 2 ovejas, que también serán sacrificadas.

De acuerdo con la normativa establecida para luchar con la enfermedad de las "vacas locas", se procederá admás a la destrucción de los piensos y harinas existententes en las explotaciones afectadas, y a su limpieza y desinfección.

Los tres nuevos casos se suman a los ya detectados en Galicia. El primero fue una vaca fallecida en una explotación sita en Carballedo (Lugo) y la segunda un animal de nombre "Elvira", que murió en Coristanco (La Coruña), procedente de una granja de Bergantiños, en la misma provincia.

Todos los casos han sido confirmados por el laboratorio del Centro Nacional de Referencia pra las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles de la Universidad de Zaragoza, que dirige el profesor Juan José Badiola.

VACAS VIEJAS

Coincidiendo con la aparición de estos dos nuevos casos, Agricultura iniciará la destrucción de las reses de más de 30 meses, susceptibles de ser portadoras de la enfermedad.

A partir de ahora, todas las vacas de más de 30 meses que no hayan sido sometidas a los test correspondientes serán consideradas como enfermas y tratadas como si fueran Materiales Específios de Riesgo (MER) para la transmisión del mal y, por lo tanto, destruidas mediante el correspondiente tratamiento de presión, temperatura y tiempo.

En este sentido, la pretensión del Gobierno es sacrificar cada mes 26.000 vacas mayores de 30 meses, lo que significa unas 9.000 toneladas de residuos mensuales, que deben ser almacenados y destinados a su destrucción en las cinco plantas incineradoras que están funcionando en España.

Sobre la potenciación de las plantas de tratamiento de los residuo conocidos como MER y de los laboratorios especializados en encefalopatías, se trabaja a marchas forzadas en la formación de técnicos de laboratorios y se ha abierto un programa de colaboración con las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias para fijar la ubicación de incineradoras y laboratorios.