La crisis en Francia, y anteriormente en Gran Bretaña, han creado una fuerte desconfianza en la carne de vacuno, por lo que, en opinión del BEUC, sería recomendable que se instaurara el nuevo etiquetado lo antes posible. Esta fórmula proporcionaría datos sobre el naciminto, la alimentación y el lugar de sacrificio del animal.

Por otra parte, el BEUC se ha mostrado conforme con la decisión de las autoridades francesas de prohibir las harinas de origen animal de la cadena alimentaria de los rumiantes y de los no rumiantes. Asimismo, la asociación aboga por ampliar el ámbito de aplicación de las pruebas de detección de la Encefalopatía Espongiforme Bovina y que los datos sean publicados.