El director de la OCU, José María Múgica, señaló hoy a Servimedia que "la seguridad de los consumidores no está en entredicho" por la crisis de las "vacas locas".

Pero para evitarque haya más casos en el futuro, la OCU exige a las autoridades que tomen "las cosas en serio" y adopten "la única decisión que todo el mundo está convencido de que es la más razonable: la prohibición de las harinas cárnicas en la alimentación de animales destinados al consumo humano, unida al cumplimiento de la normativa sobre etiquetado".

Desde el pasado 1 de septiembre está en vigor una normativa que obliga a incluir en la etiqueta de la carne un número de referencia que indica a qué animal pertenee esa pieza, el país donde ha sido sacrificado (indicado con un número), el número del matadero y el de la sala de despiece.

Sin embargo, según denunció a Servimedia la secretaria de Consumidores y Usuarios del PSOE, Isabel Pozuelo, esta normativa sobre etiquetado de las carnes "no se está cumpliendo".

La Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) destacó que "es imposible controlar todas las producciones de ganado y comprobar si efectivamente allí stán utilizando unas harinas legales o ilegales".

Los piensos de origen animal está prohibidos para los rumiantes (vacas, ovejas y cabras), mientras que están autorizados para cerdos, aves, conejos y peces.

"Ante la imposibilidad de hacer cumplir una norma, la única posibilidad de dar garantías de que esa norma se cumple no es otra que impedir que ese producto esté en el mercado", señaló hoy a Servimedia Yolanda Quintana, portavoz de la confederación.

CEACCU añadió que en sus 48 organizacions provinciales están percibiendo "la intranquilidad de la gente. La gente no se fía y se acuerda que también, al principio, en otros países se minimizaba la enfermedad y se intentaba proteger la producción ganadera, y al final la evolución fue otra".